Raquel Racionero (Madrid)
"La formación creativa y expresiva es un largo camino de transformación pausada"
( David de Prado)
El cambio
El mundo en que vivimos está caracterizado por el cambio. Las circunstancias que nos rodean y nuestra visión de ellas cambian, nosotros mismos cambiamos, y cada vez más rápido. El cambio se ha convertido en una constante. El entorno se ha vuelto imprevisible. Esto genera incertidumbre, caos y complejidad social.
¿Todo cambia?, ¿es posible mantener unos valores y principios?, ¿sobre qué basar un proyecto educativo, entonces?, ¿es posible hoy en día, con un futuro incierto, planificar?
Los seres humanos, al menos en nuestra civilización actual, no estamos entrenados para gestionar y crecer en el caos. No funcionamos ante la incertidumbre porque nos produce desazón. Esta sensación, o el miedo a la complejidad, pueden hacer que vivamos el cambio como algo que cuestiona todo, que parezca que todo vale, que nada está en nuestras manos... Al contrario, el cambio, al alterar lo existente, permite cuestionarlo y elegir lo que se quiere modificar y lo que no, observar lo que ha cambiado y crear algo nuevo desde aquí. La libertad está en nuestras manos, tenemos posibilidad de elección y con ello, responsabilidad.
Es necesario, por tanto, educarnos para la libertad, desarrollar nuestra capacidad de elección y nuestro sentido de la responsabilidad. Y esto no es posible si no admitimos el cambio constante, si no tenemos una aptitud positiva ante éste y un aprendizaje permanente. Lo único estable es la persona en su propia evolución.
Especialmente imprevisible, inaprensible y complejo, es el mundo de las interacciones humanas. Es en este ámbito en el que tiene lugar la Educación y Formación. La Educación se basa en la relación interpersonal, y este hecho diferenciador de trabajar con personas, hace que la actividad pedagógica sea tan complicada. En el trabajo con diferentes colectivos o individuos surge, como en todo encuentro interpersonal una situación viva que no podemos controlar completamente, precisamente por eso, porque está viva.
Hoy por hoy es imprescindible que la Educación permita y potencie el desarrollo de actitudes flexibles y de adaptación a las nuevas situaciones que el cambio implica. Una educación que posibilite el desarrollo de la personalidad, la propia identidad y, en definitiva, la buena salud mental, que ayudan a las personas a liberarse de la amenaza psicológica del cambio. Cuanto más crece el cambio externo más necesaria es la estabilidad interna. Para ello debe formar personas conscientes del carácter provisional de los conocimientos y el saber actual, que tengan un espíritu innovador, creativo y lleno de curiosidad.
La improvisación teatral
Ante lo imprevisto caben tres opciones: Bloquearse y no hacer nada; salir del paso y conformarse con arreglárselas como se pueda; e improvisar, reaccionar de una forma activa y creativa.
Improvisar no es reaccionar sin más, o no tiene porque serlo.
Improvisar es encontrar soluciones creativas a lo imprevisto. Es estar preparado y predispuesto para el imprevisto y crear a partir de él.
No podemos llegar a conocer cualquier conjunto de circunstancias, siempre hay espacio para lo inesperado, así que tenemos que prepararnos para ello. Para poder aceptar el desafío de sacarle el mejor partido a una situación imprevista y saber ver lo nuevo de cada instante.
La capacidad de improvisar de una forma creativa es un potencial de todo ser humano, al igual que la creatividad en sí misma. Se deben nutrir y hacer crecer. Son potenciales que no se pueden dar por sabidos o adquiridos de antemano, como no lo hacemos con la memoria, la inteligencia, etc. "La creatividad es el resultado de una acción pedagógica sistemática e intencional, que provoca una actitud y un hábito. No se puede confiar en que pueda aparecer pródigamente a menos que se haga de ella un objetivo y una práctica presente a lo largo de todo el proceso educativo" (Jaume Sarramona). Y para que esto sea así es necesario que se den unas condiciones en el sistema educativo y unas características en los educadores: Apertura, receptividad o capacidad de escucha, predisposición, incorporación de la incertidumbre...Y, sobre todo, que la creatividad sea, de hecho, elemento esencial de toda actividad pedagógica.
La improvisación se ha desarrollado enormemente dentro del mundo del teatro, la danza, el cine, etc. como método de creación de espectáculos, herramienta de formación de actores y como propuesta artística en sí. Este desarrollo y sistematización de técnicas de la improvisación teatral permite utilizarla como herramienta con técnicas propias en el campo de la Educación en general, y más allá de este, como entrenamiento para una actitud ante la vida.
Muchos son los libros, ensayos y experiencias que alaban el teatro como una herramienta educativa primordial. Se trata aquí de descubrir este elemento y variante del teatro, la improvisación teatral. Por sus cualidades específicas , la improvisación se convierte en un recurso idóneo ante el cambio constante de la actualidad social y educativa.
Es posible, a través de la impro, formarse para el cambio y lo imprevisto.
La improvisación teatral utiliza técnicas de trabajo directamente aplicables en el trabajo educativo, y ya hay experiencias dentro y fuera de nuestro país. Además aporta habilidades personales que facilitan la multitud de encuentros que surgen en la intervención pedagógica, con el equipo de trabajo y con el colectivo de intervención. Estas harán al educador sentirse más seguro y dispuesto, capaz de arriesgar y vivir estos encuentros desde la relajación y el placer.
La improvisación es un "juego" en el que el individuo se encuentra a sí mismo, aprende a eliminar censuras propias y ajenas y actúa con libertad. Siguiendo las reglas de este juego, los miembros de un grupo de improvisación están libres y consiguen manifestarse plenamente. Al tener que fiarse únicamente de sus capacidades y de las de sus compañeros, aumentan la seguridad en uno y la confianza en los demás. Alcanzan un grado de apertura y escucha que les permite realizar descubrimientos sobre sí mismos y sobre el grupo.
La improvisación mejora los diferentes ámbitos de aprendizaje: Afectivo, cognitivo, perceptual, psicomotor, social y verbal. Ya que el participante juega con su cuerpo, sus sensaciones y emociones, sus conocimientos...y palabras improvisadas. Generalmente, se practica en grupo, aunque también es posible desarrollar la capacidad de improvisar individualmente.
La improvisación teatral trabaja principalmente lo que en teatro se llama "espacio vacío", es decir, un espacio en el que no hay objetos ni escenografía para facilitar que todo sea posible. El improvisador los creará con su imaginación y con su cuerpo. Esta característica hace a la impro especialmente aplicable , ya que no hace falta un espacio específico o una gran dotación económica. Sólo hacen falta improvisadores para improvisar.
Si bien es cierto que, al menos en un principio, es más que aconsejable que un experto en improvisación guíe su aprendizaje. Una persona con formación específica que aparte de enseñar técnicas concretas, detecte dinámicas bloqueadoras y ejerza de "catalizador".
Las aplicaciones de la improvisación teatral dentro y fuera del ámbito educativo son numerosas, pero es necesario tener una base en este trabajo para poder aplicarlo a un campo concreto.
El profesional de la educación
No se trata aquí de la formación de expertos en improvisación, si no de la formación de los diferentes educadores del conjunto educativo.
Vaya por delante que el propio sistema educativo y cualquier profesional que de él forme parte, tendrían que incorporar y desarrollar las capacidades que la improvisación puede entrenar.
Si la Educación es "la potenciación , el desarrollo y la maduración de las capacidades específicamente humanas"( José Angel Herrerías), todas estas capacidades tienen que darse en el sistema educativo y los educadores deben cultivarlas para poder transmitirlas a los educandos.
Sin embargo, tanto la formación universitaria de educadores y pedagogos como el resto de la formación educativa, priman los conocimientos teórico-prácticos especializados. Las capacidades creativas, globalizadoras y vivenciales quedan relegadas a la Educación no formal, la informal, o incluso, al abandono.
Todo profesional de la educación tiene que formarse en el "saber-hacer" y en el "saber-ser". Así encontrará un equilibrio entre la técnica de cómo se debe trabajar y la espontaneidad y creatividad personal al hacerlas. Es indiscutible que este profesional tiene que poder relacionarse y comunicarse con gentes de cualquier ambiente y condición; tener seguridad en sí mismo y flexibilidad mental; gozar de una personalidad abierta y saludable; dedicar gran parte de su tiempo a la actualización profesional, y ser creativo.
La impro le puede servir como preparación práctica o ensayo de conductas deseadas y situaciones posibles, y como entrenamiento de habilidades sociales y personales.
Una forma de trabajar equilibrada entre los dominios específicos y estas capacidades le servirán en los diferentes momentos educativos:
- A la hora de planificar y diseñar, incorporando la creatividad e incertidumbre en sus proyectos.
- En la intervención directa con los colectivos o individuos, adaptándose a la realidad y los encuentros interpersonales.
- En la reflexión y evaluación, renovando su propio trabajo sin miedos a lo nuevo o inexperimentado.
La improvisación teatral trabaja con algunas técnicas muy sencillas y clarificadoras que se pueden aplicar para observar la evolución de un grupo. Muestran carencias, capacidades y por donde se puede evolucionar.
- En la investigación, con una mayor predisposición al cambio y a descubrir lo novedoso. Su investigación-acción será más innovadora.
Con la práctica de la improvisación uno se encuentra con que tiene que arriesgar y tomar decisiones. Unas veces triunfa y se reafirma y otras fracasa. Es también un entrenamiento en el fracaso desde lo lúdico. No se vive como algo traumático ni desde la culpa. Es una pedagogía del humor que ayudará a muchos educadores a sobrellevar las dificultades y desánimos, quemes y faltas de valoración que en muchas ocasiones encuentran en su trabajo.
Notas bibliográficas:
- Jaume Sarramona López. Fomento de la creatividad mediante metodología No-formal(II Jornadas de Educación de Adultos-Nov.1984).
- José Angel López Herrerías. Como hacer proyectos pedagógicos participativos.Ed.Angle
- R.H.Dave(Dirección). Fundamentos de la Educación Permanente. Ed.Santillana/Instituto de la UNESCO para la Educación.
lunes, 25 de junio de 2007
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